En el año 1799 tendrá lugar un cambio en el mapa administrativo del norte de España. Por un parte, desaparece la vieja provincia de Toro, que constaba de tres partidos desconectados y alejados entre sí. Dos de sus trozos pasan a integrarse en la provincia de Palencia. Uno de ellos es el partido de Reinosa.
Por otra parte, dos provincias cuyo territorio se vio acrecentado casi doscientos años atrás se dividen: son Burgos y León. De ellas surgirán la nuevas provincias de Santan...der y de Asturias. Asturias se desgaja de León y abandona ya su antiguo apellido "de Oviedo" a efectos administrativos. Además, acrecienta su superficie con respecto a la provincia del siglo XVII (época en que desapareció) con la inclusión de territorios, leoneses en 1591, tales como Tineo y Cangas del Narcea.
Por su parte, la nueva provincia de Santander recoge los territorios de la antigua provincia de Trasmiera, absorbida por Burgos en el siglo XVII. Aparte, incorpora los valles de Tudela y Relloso, así como Valdebezana, Zamanzas, Hoz de Arreba y los Alfoces de Bricia y Santa Gadea, y las villas pasiegas al norte de la Cordillera Cantábrica, que pertenecían a Burgos ya en el siglo XVI. Su jurisdicción coincide así con la del partido de Laredo, a la que se agregan las tres villas pasiegas, del partido de Castilla la Vieja en Laredo.
La vieja provincia de Tierras del Condestable, también absorbida en su mayor parte por Burgos en el siglo XVII, continuará dependiendo de la capital castellana.
Por último, al este de Cantabria, las Encartaciones son definitivamente incorporadas al Señorío de Vizcaya, del que estaban desvinculadas, al menos fiscalmente, desde 1740.
El mapa sufrirá cambios rápidamente. Las autoridades burgalesas harán todo lo posible para anular la creación de la nueva provincia de Santander. Lo conseguirán pocos años después.
